Descenso del Formiga

29 de julio de 2013

Nuestro primer descenso de barrancos con neopreno: El barranco del Formiga

Quedamos con nuestro guíaen la hospedería de Bierge, un hotelito afrancesado (es un Logis!)

Viene con otras dos personas que van a hacer el barranco con nosotros, I&M.

Dejamos el coche en el aparcamiento de Formiga. Javi reparte los equipos. Los chicos llevan mochila de barranco con bote estanco y su equipo dentro. Nosotras los neoprenos a modo de mochila.

No llevo la cámara de fotos, que no es sumergible, así que las fotos de este post son gentileza de nuestro guía

Del aparcamiento tomamos una senda en la margen izquierda del río que sube suavemente hasta la cueva de las Polvorosas, un antiguo abrigo de ganado. Y a partir de aquí ya empieza la diversión. Nos ponemos los arneses y vamos anclándonos a lo largo de un pasamanos. Al final de esta senda bajamos al río ¡Rapelando!

Almorzamos, nos ponemos los neoprenons (tarea nada fácil), y al agua!

Toboganes, saltos, destrepes, sifones, más rápeles...El agua está fría. Ant va especialmente pasmado, buscando rayitos de sol y esperando como una lagartija en cuanto puede.















Paramos a comer. Nuestro bidón no estaba bien cerrado y lo llevamos todo lleno de agua. Afortunadamente no llevamos ni teléfonos ni cámaras, y la llave del coche la lleva Javi. Los bocatas echados a perder, pero llevamos tomates, chocolate y frutos secos que se han salvado.

Nos quitamos las chaquetas de neopreno y volvemos a los coches, estamos cerca. Llegamos a los coches, ropa seca, poner a secar la cartera y todo lo que iba en la mochila. El coche parece un tenderete.

Volvemos los 5 a Bierge a tomarnos otro cafelito. Mucha charla, viento fresquete en la terraza.

Me ha gustado. Habrá que repetirlo.

De Alquézar a Asque

28 de julio de 2013

Tras el tormentón de ayer sale un día cubierto. Parece propicio para hacer la ruta de Alquézar a Asque.


Pequeña rutina habitual: Aparcar, cafelito don vistas, repaso de planos y al camino.


El comienzo ya lo conocemos, el collado y bajada al puente de Villacantal


El río, después de la lluvia, baja bien diferente


Las nubes nos protegen del sol y ayudan a que la subida no sea dura (aunque las fotos no quedan tan coloristas) Tenemos Alquézar enfrente, escondida.


Bajamos por una senda hasta el abrigo de Regacéns. Fué usado como corral para el ganado, y en sus paredes hay pinturas rupestres levantinas y esquemáticas



Y una bonita vista de Alquézar.



 Regresamos sobre nuestros pasos, y piqueniqueamos arriba, junto a un refugio de pastores. Casi me olvido mi bastón de marcha bajo el árbol. El camino a partir de aquí es una pista ancha y fácil, apta para coches (de hecho, junto al refugio hay uno estacionado)


Y por esa cómoda pista bajamos hasta Asque, cruzando campos de olivos.


A partir de Asque el camino va junto a un barranco, con Alquézar asomándose al otro lado


Y justo ahí hay una zona de descanso, con banquito y panel contando la edificante historia de la conquista de Alquézar: Resulta que la ciudad era gobernada por un rey moro malísimo, de esos que necesita vírgenes para satisfacer sus bajos institntos, hasta que una bella, valiente, rubia y muy cristiana doncella se lo cargó, después de haberse colado en palacio vistiendo sus "prendas más sutiles":  le clavó una afilada peineta en el corazón, le cortó la cabeza con su propia espada y la enseñó por la ventana como prueba de que podían atacar los suyos. Los moros, desorientados sin líder, decidieron darse muerte y se tiraron barranco abajo a galope tendido. Dicen que aún se escuchan los gritos y relinchos.


Bajamos hacia el puente de Fuendebaños. Un poco aguas abajo mana una fuente a temperatura constante, por lo que en invierno da la sensación de estar caliente, por lo que antiguamente fué conocida también por el nombre de Fontes Caldas. Cerca hay un molino de cereal, y para cruzar el Vero con seguridad, protegiendo de las crecidas a las caballerías y mercancías construyeron este puente.



Subimos a Alquézar. Cervezita en nuestro bar, quedamos con nuestro guía para mañana y nos animamos a visitar un tercer puente de la zona, el de Campanachal o de la Albarda. El segundo nombre se lo debe a su forma, con un ojo de más de 8 metros y medio. Fué construido en los siglos XIII-XIV sobre los restos de otro de los siglos X- XI


Tanto puente da la medida de lo importante que fué Alquézar en su momento.

A casa.

Ajuntadero del Alcanadre

27 de julio de 2013


Otro día con previsión de tormentas por la tarde, por lo que lo más prudente es un paseíto corto.

Salimos de Bierge


Vamos por un camino llano, pasamos cerca de la ermita de S Pedro y nos desviamos hacia la derecha, por un paraje llamado las planas, plantado de almendros y olivos. Pasamos junto a un observatorio de aves.


Se supone que el paseito está bien señalizado, y lo debió estar en algún momento, pero el camino no está bien mantenido y nos cuesta unas cuantas vueltas encontrarlo. Al final hay suerte y llegamos al Ajuntadero de los ríos Alcanadre e Isuala.. La bajada sí que está bien señalizada, con barandillita y todo.

Ya va quedando claro que me gusta el río Alcanadre. Su nombre viene del árabe, Al-qanatir, que es el plural de Al-qantara (puente), por lo que su nombre significaría "El río de los puentes".
Husto antes de la confluencia con el Isuala hay un puente derruído, el Puente de las Aguas, y por él pasaba el camino de los Trajineros, utilizado por arrieros que llevaban sus mercancías del Somontano a la Hoya de Huesca pasando por Casbas.


Ahora hay que cruzarlo por unas pasaderas.


Y a partir de aquí no hay testimonio gráfico. Para ir río abajo ( buscando el ajuntadero con el Formiga) hay que mojarse, por lo que pongo la cámara a buen recaudo. Vamos vadeando, con el agua en ocasiones hasta la cintura, y cruzámdpmps con familias en chancletas. Ant opina que vamos haciendo el ridículo. Yo no.
Es sábado, a esta zona del río se puede llegar en coche, hay buenas zonas de baño y el agua no está fría, Resultado: lleno de gente (se llega en coche desde Casbas, parece ser)

Parece ser que también se podría remontar el Isuala, y debe ser bonito (además su agua es mucho más templada que la del Alcanadre, se nota la diferencia donde se juntan). Pero el cielo se está enladrillando...

Baño, picnic, y de nuevo cuesta arriba hacia Bierge. Empieza a tronar amenazadoramente, Estamos justo en el límite de la tormenta



Conseguimos llegar a Bierge sin que nos pille. Es más, en Bierge hace sol, para guardarnos el coche calentito. Nos cambiamos de ropa y calzado, y como es pronto, nos animamos a ir a tomar una cervecita a Alquézar.

Aquí sí que nos pilla un tormentón, afortunadamente bajo el toldo de un bar. En la mesa de al lado un galguito mira y oye la tormenta con la misma cara de susto que poñia Yampete.


Volvemos a hablar con Javi Buenaventura, un guía. Quedamos con él para el lunes. Bien.

Dolmen de Losa Mora- Otín

23 de julio de 2013

Volvemos a Rodellar. Nuestra bibliografía propone un paseo para el que ayer se nos abrió el apetito: La ruta se llama "El real de Mascún", y nos llevará a un pueblo abandonado, Otín.


Seguimos nuestros pequeños rituales: aparcar donde se puede y cafelito estimulante. Atravesamos Rodellar, bajamos al lecho del barranco, nos cruzamos con los escaladores, pasamos junto a la surgencia y ya enseguida, a mano izquierda, cogemos el barranco de Andrebot, estrecho y empinado. Llegamos al collado de San Cristóbal, donde descansamos un poco y bebemos (Ant un poco, yo un mucho).

Del collado salen dos caminos, el de la izquierda lleva al barranco de Barrasil, y a mano derecha el nuestro, que nos lleva hasta el dolmen de Losa Mora.
Lo construyeron hace unos 4000 años, allá por el Neolítico. En su interior encontraron restos de huesos humanos y herramientas (hachas de piedra, flechas de sílex...). Las piedras provienen del Tozal de las Lastras, a unos 500 metros de aquí.
Y por supuesto, hay leyendas a su alrededor. Copipego:
"Una leyenda cuenta que un rey moro enamorado de una princesa cristiana huyó a caballo con ella, perseguido por sus parientes y envuelto en una nube de flechas. Al bajar del caballo descubrió que su amada estaba muerta. La lloró amargamente, sepultó sus restos y sobre ellos levantó este túmulo. Después fue al encuentro de sus enemigos y se dejó dar muerte.

También se cuenta que por esas tierras pasó una hilandera con su rueca y una gran piedra sobre la cabeza. Cuando llegó al lugar donde está el dolmen dejó la piedra en posición horizontal sobre otras dos que ahí estaban clavadas en el suelo. El hilo que la hilandera trabaja en su rueca representa la vida: cuando se le acaba el hilo ha llegado el momento de la muerte. Entonces deja la piedra que lleva cargada sobre la cabeza para hacer con ella su propia tumba."




El camino sigue en ligera cuesta abajo, entre praderas de erizones. De aquí se podría ir a Nasarre, pero nos parece que sería un paseo demasiado largo, y preferimos ir tranquilamente hacia Otín



Nos desviamos un poco hacia la abandonada pardina de Villanúa y comemos a la sombra de un quejigo.


De vuelta a nuestro camino, al poco ya se ve Otín



Y ya enseguida llegamos al pueblo. Otín tuvo cierta importancia hace años. Fué abandonado en los sesenta, repoblado y reabandonado en los noventa



Vestigios de su segunda población


Uno de los grandes quejigos que hay en el pueblo y sus alrededores


El Gong-paella


Desde aquí empezamos ya la bajada por el camino conocido como La Costera, un camino espectacular junto al barranco de Mascún, desde el que contemplan grandes vistas


A estas  alturas yo ya voy un tanto cansada. Afortunadamente ya todo lo que queda es cuesta abajo, y no vamos mal de tiempo, así que no me agobio. Ant, como siempre, ni suda ni está cansado. Y aprovecha cualquier promontorio para subirse. Se supone que para tener mejores vistas, aunque yo empiezo a pensar que en realidad espera la nave que le devolverá a su planeta.




Y bien, llegamos abajo, cerca de donde comimos ayer


Los escaladores siguen, hay uno colgado en el delfín


Último repechito hasta Rodellar, y recompensa en forma de cerveza fresca. Qué bien voy a dormir esta noche.