Bonés

29 de agosto de 2013

Paseíto fácil. Comenzamos subiendo por un camino que se toma entre Arguis y el túnel de Manzanera, en la antigua carretera a Jaca. Una pendiente no muy dura, que va a dar a la cresta de la Sierra, una cara norte llena de árboles y prados.

El camino se mete en un bosquete refrescante


Hay quien le pone puertas al campo
(en realidad hay todo un cercado que sale de los extremos, pero en la foto no se aprecia, je)



Cruzamos la gran marca del gasoducto que viene por aquí.


Hay árboles magníficos, como este pino


Vamos hacia la ermita de la Magdalena, por ahí nace el río Flumen. Cuando cruzamos el camino nos topamos con una vaca joven. Nos mira sorprendida, no se fía un pelo y se larga mirándonos de reojillo.
Tradicionalmente ésta era una zona de ovejas, pero han sido sustituídas por vacas, como el rebaño que  nos encontramos alrededor de la ermita, que ya no es ermita sino refugio de pastores y paseantes.





Pensábamos comer por aquí, pero entre que es un poco pronto y que esto es lo que se está formando hacia el norte, decidimos seguir.


El camino deja este vallecillo para asomarse a la nueva autovía en obras (hemos paseado por encima de uno de sus túneles), y se asoma hacia el sur. Tenemos el valle de Nocito y la sierra de Guara enfrente.


Comemos junto al Meson Nuevo (1834)


Medio empieza a llover y nos queda un par de kilómetros hasta el coche....Afortunadamente no arranca, y llegamos a seco. Y nos volvemos dando una vuelta por la carretera que pasa por Bentué de Rasal, en la vertiente norte de la Sierra Caballera, hasta llegar al Gállego.


Cafelito en nuestro hotel de Murillo. La tradición es la traadición.

Nocito- Badina de Estañonero

28 de agosto de 2013

Todavía no hemos ido ningún día por la cara norte de la sierra de Guara, vamos para allá.

Carretera de Jaca, nos desviamos por Arguis tomando lo que queda de la antigua carretera, y poco antes de llegar al final, el túnel de Manzanera, la carretera se desvía hacia la derecha, hacia el valle de Nocito.

A pesar de la dureza de la tierra, se nota que es la vertiente norte.
El primer pueblo que nos encontramos es Belsué. Todavía hay casas habitadas, y muchas están siendo reconstruidas.


Cruzamos la chopera de la cabecera del embalse de Santa María de Belsué, y una pista a mano izquierda nos lleva a Lúsera, uno de los varios pueblos abandonados de la zona. Está rodeado de un cercado electrificado. En los alrededores pasta un rebaño de vacas, suponemos que será para que no se paseen por el pueblo. Ahora la iglesia está restaurada (feo tejado de chapa negra, pero bueno...), y hay alguna casa más arreglada, aunque sigue habiendo muchas ruinas.



Y aproximadamente a mitad del valle, nos paramos en Nocito, por donde nace el Guatizalema. Éste pueblo sí que está bien conservado, y no llegó a estar deshabitado por completo. Hay huertecillos llenos de hortalizas, perretes simpáticos, caballos de paseo, abuelos de charla y franceses jugando a la petanca.




Y también hay un bar con vistas donde tomar un cafelito


El paseíto de hoy se presenta sencillo. Nos acercamos en coche por una pista aceptable junto al Guatizalema hasta la desembocadura del barranco de la Pillera, que es por donde vamos a ir.


Aparcamos junto a dos coches del Gers. Remontamos el barranco junto a un río limpio y bastante tranquilos, que vadeamos varias veces, pero sin necesidad de mojarnos los pies y casi sin pendiente, y a la sombra de muchos y variados árboles: álamos, pinos, robles, tejos, avellanos, arces...


Al llegar a la badina de Estañonero, vemos un grupo de gente comiendo, y conforme nos acercamos reconocemos a Dominique, nuestra profe de yoga en Auch!. Charlamos un poco con ellos, están de stage de yoga en la zona, y seguimos hacia arriba, tampoco es cosa de quedarnos aquí ahora. Pasamos junto a la fuente de Fuendeguaril y llegamos al final del barranco, rodeados de grandes paredes, donde comemos


Cleopatra


Cruzamos el río para acercarnos a la cueva de brazo de mar. Pirmero intentamos muy brevemente subir por un camino imposible y luego ya la vemos. Es una cueva inundada, y la entrada está un poco en alto. Ant se sube a un árbol para hacerme una foto, y aterriza de mala manera en el suelo, "esconchándose" una mano. Simulacro de vendaje de emergencia con un pañuelo.


De regreso, la badina Estañonero está libre. Es un buen sitio, muy bonita, muy tranquila (y a la que además se llega muy fácilmente)


Vemos al grupo de yoga practicando en un claro del bosque ahí cerca, pasamos casi de puntillas para no molestar. Camino de bajada Ant comienza a ser atacado por su alergia. Afortunadamente lleva medicación, por lo que no lo pasa tan mal como en otras ocasiones.

El paseo ha sido tan cortito y tranquilo, que nos queda tiempo y ganas de seguir haciendo turismo, nos vamos al santuario de San Úrbez. De este santo ya he hablado en otra ocasión, pero voy a repetir:
Nació en Burdeos allá en el 702, y pronto se trasladó al Altoaragón, a predicar y vivir eremíticamente. Tomó hábitos en San Martín de la Val de Onsera, pacificó y alejó de la región  a una fiera osa que se merendaba los rebaños,  y se paseó con las reliquias de los niños mártires S Justo y S Pastor, que estaban en Alcalá de Henares, y las depositó en este monasterio (ahora están en Huesca). Ascendió a su pesar y el obispo lo envió de cura a Nueno, donde de todas maneras estuvo viviendo en una gruta a las afueras. Al final acabó muriendose a los 100 años, mientras estaba orando. Su momia se conservó durante siglos en muy buen estado, con pelo y barba, hasta que se la cargaron durante la guerra civil.

El monasterio empezó con sencillez, y continuó siendo ampliado y ornado en el transcurso de los siglos. Tuvo mucha importancia, tando en el valle como en regiones cercanas,  donde exportaron la devoción al santo.


Según nos contó el encargado del centro de interpretación de Bierge, El Santo tuvo gran importancia en la lucha contra las sequías. Cuando en la región necesitaban que lloviera, había que seguir un ritual, en el cual los representantes del san Úrbez de turno (Nocito, Serrablo y Rodellar), convocaban a los otros dos, se reunían aquí y celebraban misa. Luego venían en romería descalzos todos los habitantes, y los representantes de los 3 úrbez sacaban sus llaves, abrían la arqueta del santo, los habitantes pasaban a besar su rodilla (parece ser que alguno le pegó una vez un "mueso", mordisco), se le cambiaban las mortajas (pagaban los que habían pedido el ritual), y finalizaban con la festiva "moja" de las reliquias, dándole un chapuzón en la balseta junto al monasterio.

En el lugar donde está esa pequeña caseta de abajo a la derecha es donde quemaron la momia en el 36.


La balsa del chapuzón.




Paisajes de los alrededores. Hay quejigos impresionantes, como el de la foto. Tres personas no llegan a rodear el tronco.



Seguimos valle arriba en coche, siguiendo unas espeluznantes obras de electrificación y haciendo cuentas de lo que se estarán gastando, desastre paisajístico aparte, y si no habría sido más sensato electrificar solarmente estos pueblos.

Bara, al final de la carretera, Otro pueblo medio derruido, medio reconstruido, apacible y en medio de un magnífico paisaje, con previsión de buenos paseos por sus alrededores



En el camino de vuelta entramos a visitar Used, nos pasamos una cascada y Bentué (habrá que volver)


Y ya de retirada, paradita cervecera en Arguis, vuelta por el pueblo y breve visita a su ermita, y para casa.


Los Pacos de Morrano y Tamara

22 de agosto de 2013

Sigo buscando paseos fáciles. En Morrano hay uno, Se llama la ruta de Los Pacos, que es como se llamaba a lo que ahora aparece en todas partes como el Huevo de Morrano. Y se puede añadir una pequña extensión y bajar a Tamara.

Aparcamos en un Morrano agostamente poblado y lo cruzamos en busca del camino. Pasamos junto a campos recién segado. Está bonito el paisaje.


El camino está muy bien marcado (de hecho se podría pasar en coche por aquí), entre campos cultivados, almendros y olivos. Cuando se empieza a estrechar, a la izquierda sale una senda que lleva al salto de Tresuns, en un pequeño barranco. Vamos por allí, en un camino un tanto infernal, arañándonos con las coscojas.


Al final del barranco, el salto, que ahora está seco. El trayecto en el barranquete no ha estado mal. Y volvemos por la orilla derecha, con lo que salimos a un trozo de camino anterior al desvío que tomamos, pero de una manera más fácil y tranquila


El camino deja otros desvíos, que llevna a San Martín de Alcanadre y al barranco de la Peonera. Cruzamos un bosque de pino silvestre, y llegamos a las inmediaciones de El Huevo. Por aquí han domesticado el camino con las barandillitas de turno (la pasta que se habrán gastado).


Rodeamos la peña. Es bastante impresionante



Tomamos el desvío a Tamara, donde el agua ya ha vuelto a recuperar los tonos verdes y azules (y donde como siempre, hay gente). Comemos.




Subimos de nuevo hacia el camino que habíamos dejado. De nuevo el Huevo a la vista, esta vez con amenazadoras nubes creciendo hacia el norte.. Huyamos.


Descenso de Peonera Inferior

16 de agosto de 2013

Otro barranco con guía.

Preguntamos a nuestro guía de cabecera si tiene algo para estos días, y nos dice que le quedan dos plazas en el descenso de Peonera inferior. Dudamos un poco porque desde Tamara ya lo hicimos a pie, pero nos convencemos pronto: El paso de Anais y los estrechos de Fornazos parecen merecer la pena.

De nuevo voy sin cámara

Así que quedamos con Javi en el bar del hotel de Bierge. Viene a buscarnos y nos reunimos con un enoooorme grupo. Vamos a ser 15, y dos guías: Javi y Manu. En el grupo hay dos críos, Rita y Lucas, sus padres, y el resto son adolescentes y jovenzanos. Somos los yayos.

Dejamos los coches en un aparcamiento que hay un poco antes del afamado no-aparcamiento del loco, y bajamos hasta el río por un caminito bastante pendiente pero con muchos árboles y arbustos para agarrarnos. Y en el río, es la masificación. (A quién se le ocurre hacer actividad turística en el puente de Agosto....!)

Aprovechamos para almorzar mientras esperamos nuestro turno de salida. Entre un grupo y otro, por la reglamentación del parque, deben pasar 10 minutos. Y somos un montón de grupos. Pero bueno, a Javi nunca le falla la charla.

Los críos son los más intrépidos del grupo, uno de los adolescentes franceses tiene la costumbre de hacerse el muerto boca abajo, hay quien se lo salta todo, y yo, que me porto bastante bien, en un par de saltos pido el plan B y bajo dando un rodeíto y no soy la única)


Es un barranco sin rápeles, pero con muchos saltos y toboganes, y baja con bastante agua, por lo que a ratos va rápido. Cruzamos caos, nos metemos en remolinos controlados, y vamos saliendo cuando podemos a tomar el calor de las rocas.

Comemos después de Tamara, y la excursión termina en el Salto.