Calatayud-Madrid-Alcalá de Henares-Sigüenza

29-31 de marzo de 2014


Fin de semana de visita a la madre de Ant, y, siguiendo nuestros planes, aprovechando para hacer algo de turismo.

Y puestos a aprovechar, lo hacemos con la paradita intermedia del viaje, en Calatayud, donde además de tomarnos un cafelito sin wifi, vermuteamos con Batu y compramos vino del bueno (Samitier, garnachas de oro de Bodegas Augusta Bílbilis).




En Madrid tras ver a L nos vamos a dormir Chez Minus y familia, acogedores como siempre. Ocupamos la habitación del gran ASF donde dormimos como lirones y nos levantamos llenos de energía dispuestos a seguir nuestro ritomo de visitas. La mañana con má, comemos en un hindú y café en el Comercial, el que quizá sea el más antiguo de la ciudad, fundado en 1887 y lugar habitual de tertulias desde después de la guerra. Además es sede de un club de ajedrez en su planta superior, y es típico venir a tomar chocolate con churros. Y es bonito y se está bien.





Nueva visita a L y nos vamos a dormir a Alcalá de Henares. Nos cuesta un poco encontrar el hotelito, me olvidé de copiar el mapa y parece que a todos los habitantes de la ciudad les suena la calle pero ninguno sabe exactamente dónde está. Al final una chica de una tienda nos encamina bien. Damos una vuelta por la calle mayor, llena de gente en estas últimas horas del día. Picoteamos algo y conseguimos quedarnos prácticamente solos en la calle.


Nuestro hotelito, en lo que fué la antigua Casa de Postas, en un edificio del XVI restaurado, con patio. BBB



Desayunamos bien y nos vamos a ver cigüeñas






Y nuestro verdadero plan de turismo de este finde, Guadalajara, la Guadalajara de Ant.
Empezamos por su cole de COU


 Callejeamos por el centro

Visitamos turísticoculturalmente el palacio del Infantado, gótico isabelino con elementos renacentistas, mandado constuir por Íñigo López de Mendoza y Luna, segundo duque del Infantado y familia (que me lío), del Marqués de Santillana de las Serranillas y del Cardenal Mendoza de la expulsión de los judíos.



 El patio de los leones, lleno de leones (48), todos diferentes (eran el emblema de D Diego), de sus escudos de familia y parejas de grifos. Bajo las patas de los leones recorre el patio una larga inscripción, que, manda narices, termina con un "Vanitas vanitatum et omnia vanitas"



Y nosotros nos vamos de colegios.

El cole de Minus


Ant y su cole




Volvemos por el centro y nos tomamos un cafelito en el bar del Casino. A pesar de estar gestionado por Rodilla, el espacio y la clientela hacen que conserve encanto.


Llegamos a las afueras de la ciudad, al Panteón de la duquesa de Sevillano. El ducado de Sevillano fué un efímero título nobiliario creado por Isabel II en honor del Sr Sevillano, cuyo mayor mérito creo que fué ser un acaudalado banquero. El caso es que como descendencia sólo tuvo dos hijas y una nieta, la duquesa que nos ocupa, Diega, con quién se acabo el ducado pero que se preocupó tanto de enterrar bien a sus antepasados como de ayudar a su tía la Madre Sacramento en sus fundaciones para acoger ancianos y desasistidos alcarreños.


Nos vamos a comer a Sigüenza




Paramos a tomar un té en Zaragoza, en el pasaje del Ciclón de mi infancia

Cenamos en Huesqueta.

Estaños de Labata

22 de marzo de 2014

Tras unos días plomizos queremos dar una vuelta a algún sitio cerca y fácil. Ni el tiempo ni yo estamos todavía en forma.

Y el paseo elegido es ....Los estaños de Labata, que cumple todos los requisitos.

Dejamos el coche en el pueblo y tomamos el camino que baja al río y que, yendo aguas arriba, llega a los estaños en un ratito corto.



Uno de los estaños, una poza en el río Calcón, con cascadita.


Las orillas del río, parece el lejano oeste


Guara desde Labata


Candanchú con raquetas (repe)

18 de marzo de 2014

¿Por qué no repetir? Pues eso, a Candanchú, que está cerquita y hace bonito.

Repetimos el raqueteo de nuestra primera vez, por la pista de raquetas de Candanchú y metiéndonos por la de esquí de fondo francesa. Esta vez no nos salimos de los caminos marcados. Como seguir la pista de esquí nos parece que nos va a hacer bajar demasiado y dar mucha vuelta, volvemos sobre nuestros pasos hacia la parte española. En el camino nos ganamos la bronca de un esquiador fondista francés con pinta de coronel de las Indias que nos indica que no es pista para raquetas.



Llegamos de nueve a nuestro banco de picnic, con mucha menos nieve que la última vez (una semanita de anticiclón ha provocado un calentamiento local apreciable). Aparecen plantas en las rocas.



Volvemos tranquilamente por la pista balizada para raquetas. Café viendo a los esquiadores.

Portalet con raquetas (Cabanne Dous Boués de Peyrelue)

17 de marzo de 2014

El paseo tiene que seguir siendo muy fácil y de poca pendiente. Tenemos ganas de nieve y sol. A Portalet, que por lo menos veremos el Midi.

Aparcamos en la frontera (la parte francesa, cómo no, está en mal estado)

Dejamos la carretera y vamos por la laderita de la izquierda (hacia el sur). Va subiendo poco a poco, con Formigal a nuestra derecha.


Anayet y el Midi d'Ossau en los extremos


Avanzamos hcia un pequeño ibón. Se supone que tendríamos que ver la cabaña, pero no la vemos. Seguimos un poco más, y cuando ya es evidente que nos hemos pasado (nos asomamos al valle d'Ossau), damos media vuelta



Y enseguida encontrmos la cabaña


Hay demasiada nieve par comer junto a ella. Bajamos un poco, a un trozo con rocas y hierba, y comemos con hermosas vistas. Pasan junto a nosotros unos esquiadores de travesía, no expertos pero de todas formas envidiables.



Nos gusta recompensarnos aunque el esfuerzo sea poco. Bajamos a Sallent a por una cervecita, en el bar del casino. Al poco llegan los esquiadores de antes.


Agüero


16 de marzo de 2014

Sigo dolorida de mi caída esquiando, por lo que para estos días nos planteamos poca cuesta, poco esfuerzo. En la lista de paseos para vagos tenemos apuntada la vuelta a los mallos de Agüero.

Empezamos con cafelito en un soleado y florido Ayerbe, que la primavera ya está aquí.


Y un poco antes de llegar a Agüero nos metemos por una pista a la derecha que nos lleva a Santiago de Agüero, iglesia construida, aunque no acabada, en los S XII y XIII. No se sabe por qué se dejó sin terminar, pero parece que resulta evidente que una vez que decidieron no hacer el proyecto incicial terminaron la obra precipitadamente.

¿Por qué no la terminaron? Hay distintas versiones, que si la mandaron construir los monjes de San Juan de la Peña durante el mandato del abad Juan, cuya mala gestión económica hizo que no se terminase el claustro del monasterio, que si fué un monumento erigido por Pedro I en honor a su amada Berta o que si se pretendía construir un gran monasterio para cuando Ramiro I se jubilase de rey y dejase el trono a su hija Petronila a la que casaron a los 3 años de edad con Ramon Berenguer IV quien interrumpiría las obras al morir Ramiro....

Hay muchas marcas de cantero en sus sillares, unas 50 dicen los que las han contado. Me gusta la llave, de la que hay muchas copias en los muros, aunque hay quien dice que fue grabada posteriormente.



Foto robada para que se vea el muro con el que cerraron la obra (cuando vuelva fotografiaré este ángulo  y la pondré)


La puerta está en el lado sur. Debía ser una puerta secundaria, pero no hicieron la principal, que debería haber ido en el lado de poniente. En el tejadillos sobre el arco hay 6  ménsulas, que tendrían que haber sido una más, pero no cupo la 7ª pues topaba con las columnas de la izquierda.


Los capiteles del lado izquierdo: monstruos zampándose un cordero, bailarina sensual con arpista, bailarina contorsionista con flautista, y moro y cristiano a garrotazos delante de comentaristas.



Aparcamos al pie de los mallos, y bajamos a dar una vuelta por el pueblo. Nos acercamos a la iglesia de San Salvador, que está cerrada.


Y comenzamos nuestro sencillo paseo



A pesar de su facilidad, como toda la poca cuesta va seguida, llego malamente arriba. Pero bueno, la vista de unas tranquilas vacas:


y la suave pista rodeando el Mallo, con vistas y el día tan bonito van calmando mis males. Paramos a comer para aprovechar las vistas.



Bajamos otra vez por el pueblo y ya nos vamos. Paramos en la estratégica curva de la carretera que tiene buenas vistas.



Como es prontito (el paseo ha sido verdaderamente cortito), nos vamos  tomar un café al castillo de Loarre.


Al salir del aparcamiento vemos una pista y nos animamos a seguirla. Va subiendo sin prisa ni pausa, y al final nos encontramos esta vista del Pirineo:




Estamos muy cerca del Pusilibro y del Puzo, otro día volveremos con más calma, que ahora se nos va a hacer tarde