Ginebra

del 22 al 29 de junio de 2014

La excusa era ir a cuidar al sobri, que JR tenía viaje de trabajo y estos días finales de curso son muy importantes para los genevoises.

Madrugón, paso por la oficina de Bcn y saludo a los compis, y sin mucha espera cojo el avión. Me toca encima del ala, pero se puede ver el paisaje. El día es despejado y se ve todo el trayecto perfectamente.


Sobrevolamos el Mediterráneo


Y pasamos junto a los Alpes. El Lac du Mont St Cenis


El Glaciar Tré-la-Tête, en el macizo de Montblanc


El Montblanc


Y llegamos a Ginebra


Es viernes, el gran Da está en el cole, y JR me pide que vaya a recogerlo. Primera jornada de juegoaventuras en el parque cercano.



JR no tiene que irse hasta el domingo, y aprovechamos el soleado sábado para irnos de excursión a Nyon, una ciudad con mumerosos atractivos: está cerca, a unos 25 km de Ginebra, junto al lago, con vistas al Montblanc, con ruinas romanas ¡Y Tintín estuvo aquí!

Nyon, fundada por Julio César como Noviodunum unos 50 años a.c. fué una de las colonias más importantes, con foro, basílica y anfiteatro. En 1958 para festejar los 2000 años de la ciudad, trasladaaron las columnas del foro, consiguiendo un marco incomparable

El lago y el Montblanc tras las columnas romanas


Paseamos, visitamos la casa de Topolino (lo siento, no hice foto), psicolabis, paseo, y bañito en el lago.




Campeonato de piedra-papel-tijera en el viaje de vuelta


El domingo vuelve a aparecer estupendo. Cargamos  equipo de baño y monopatín y nos acercamos al lago tras la parada obligatoria en los columpios. Ataque de hambre que arreglamos con un panini en un chiringuito del borde del lago con camarera antipática que me mira como si fuera marciana cuando pido una cocacola sin cafeína (y es que en Suiza no hay)

Nota al margen: Ginebra es una ciudad rara. tiene los habitantes más amables, de los que se paran para hacerte una foto en pareja o se ofrecen a orientarte cuando te ven con un mapa en las manos, y los camareros más cardos del mundo. Raro.



Ya de buen humor (el momento "hambre" es delicado, y de puedes deslizar peligrosamente hacia los lloros), pregunto a Da que qué quiere hacer, y elige museo (recuerdo que podía haber elegido juego o baño, pero es lo que más le apetece). Vamos paseando. Pasamos junto al reloj floral, fotografiado por hordas de turistas como yo. Las rusas las que mejor posan.



Pequeña crisis: Da se engancha y rompe un poco sus pantalones preferidos. Le consuelo diciendo que no tiene importancia, pues unos auténticos pantalones de explorador deben llevar remiendos.
Y me lleva al museo de la Rehistoria, donde contemplamos las máscaras risueñas junto a la escalera de la Escalade, el equipo de rayos x, el piano de los epejos, el Picasso....




Sirope y café en el bar del patio del museo y a la calle. En un jardincillo cercano Da encuentra compañeros de juegos (que toda la vida es juego....)



Se acerca la fête de la musique y hay pianos por la calle


Da cae como un tronco. Poco le importan los flashes


El martes teníamos pensado ir a recoger a Ant que llegaba vía Barcelona, pero la tradicional huelga de controladores franceses le pilla de viaje, con lo que se pega unas cuantas horas de espera nerviosa en el aeropuerto sin saber si su avión saldrá. Al final si que sale, incluso llega a tiempo de ver a Da y darle el "huchón" de buenas noches.

Y el miércoles es la fiesta grande, la Fête des Écoles. Cada año en la última semana de cole los escolares genevoises disfrutan de un fiestón en su honro. Instaurada  por Calvino en 1559, cuando se creó el College de Geneve, en la fiesta se celebraba la promoción de los alumnos, y repartían premios y medallas. Desde 1886, el desfile. Al principio las familias de los premiados invitaban a merendar a sus allegados. Ahora la fiesta comienza con el desfile, que trata sobre un tema elegido por los niños, y sigue en el parque de los reformistas, que cierran para ellos. Atracciones, juegos, merienda, Se lo pasan estupendamente. Pero a partir de cierta hora, como si fueran cenicientas, son los padres quienes se tienen que hacer cargo de ellos. Y la entrada en el parque de los padres es como una marabunta. Afortunadamente es una marabunta suiza, por lo que todo está muy ordenado y organizado y encuentras a tu pequeñuelo facilmente.

Este año el tema era "la Jungla"





















El jueves todavía hay cole. Acompañamos a Da y nos vamos a dar una vueltita, que luego tenemos que volver para la sesión de Juegos de sociedad con sus colegas, que consiste básicamente en dejarte ganar a lo que sea, tarea que cumplo con dignidad. Ant se escaquea.




Nuestra vuelta por Ginebra. Incluye una breve visita al museo para que Ant conozca las cosas que le gustan a Da.







Por la tarde acompañamos a Da a su despedida de Karate
Viernes, ya último día de cole definitivamente.



Nosotros nos vamos de excursión. Haré de guía y le enseñaré Nyon a Ant. Tras las huellas de Tintin

El hotel Cornavin





Tintin en Nyon (falta la casa de Topolino, sí)




Paseamos por la ciudad, junto al lago, cervecita junto al castillo...



Nos volvemos pronto, no queremos arriesgarnos a llegar tarde a por Da. JR creía que podría llegar a la hora de recogerlo, pero las dichosas combinaciones aéreas hacen que se retrase, para gran desilusión del peque.

Pero llega, y con camiseta comprada en su larga escala en Estambul. Y como a mí me apetece conocer Chillon y a Da le gusta, allá que vamos.




Hay un pequeño momento de Drama cuando decidimos no entrar al recorrido del castillo. No lo considera justo. Pero se le pasa pronto.



Bonito barco hacia Vevey. De camino tocamos la costa francesa del lago. Creemos que sería un gran destino para el Capitán Hidalgo de los mares.



El gran tenedor enfrente del museo de la Alimentación


Y volvemos, con otras paraditas pra seguir demostrando que la vida es juego.

El domingo nos tenemos que volver, pero por la tarde. Aprovechamos la mañana en visitar el Museo de Historia Natural, bichos disecados principalmente, pero que gusa mucho a Da.



Un tormentón nos asusta en el aeropuerto, pero nuestro avión sale sin problemas.



Nos vamos a dormir a Bellatera, tan ricamente.