Loreto


11 de agosto de 2014

Al lado de Huesca está el santuario de Loreto, uno de los destinos tradicionales de las romerías locales.

Es un lugar cargado de historias, de las que me gustan.

Empecemos por su nombre: Nuestra señora de Loreto. Esta advocación viene del siglo XIII, cuando los musulmanes invadieron los Santos Lugares. Como el asunto de los milagros es caprichoso, los ángeles, en lugar de utilizar sus influencias para evitar una guerra en la que correrían ríos de sangre, se dedicaron a trasladar pacientemente la casa de María y José desde Nazaret hasta Dalmacia. Allí los habitantes quedaron bastantes sorprendidos de la aparición por las buenas de la casa, hasta que la virgen se apareció a un sacerdote que estaba muy malito y que milagrosamente sanó. Pero poco después los mismos ángeles cambiaron de opinión y la volvieron a trasladar hasta un bosque de laureles en la costa adriática. Son los laureles los que le dieron el nombre, aunque la cosa, ni la casa, terminó allí. Los susodichos ángeles le cogieron gusto a las mudanzas y la volvieron a trasladar dos veces, primero a la propiedad de los condes Raineldi, que acabaron a tortas a cuenta de la propiedad de la reliquia y por último a su ubicación actual, donde la han encerrado en el interior de una basílica renacentista que ha dificultado otro traslado. Aunque si los ángeles se empeñan, igual lo consiguen, que son muy suyos cuando se ponen. Alrededor de la basílica nació la actual ciudad italiana de Loreto. Y será por lo que voló la casa de un lado para otro por lo que la Virgen de Loreto es la patrona de la aviación...(Y no vamos a permitir que la documentación acreditando los sucesivos traslados de la casa por la familia Angeli nos fastidie esta milagrosa historia)


Pero vayamos a lo nuestro ¿Por qué está este santuario bajo esta advocación? Pues seguramente a cuenta de los laureles. En este lugar ya había un topónimo "laurentino", el mismo del que derivan los nombres de Lorenzo y Orencio, ilustres oscenses. Porque se cuenta que por aquí estaba la casa de Orencio y Paciencia, y que aquí están enterrados. En esta casa se alojó el Papa Sixto II, y cuando se volvió a Roma se llevó con él a uno de los gemelos de la pareja, a Lorenzo, para que hiciera carrera. Este Lorenzo es el que acabó en la parrilla, y el que cuando se las vió venir envió a esta su casa algunos de los tesoros que estaban a su cargo para protegerlos, entre los que estaba el Grial del que ya he hablado en alguna ocasión. El otro gemelo, Orencio como el padre, acabó de obispo en Auch. O no, si nos ponemos exquisitos con las fechas.

El actual santuario fué construido entre 1594 y 1777 sobre una iglesia perteneciente al abadiado de Montearagón, y le cayó el nombre de Loreto.


Durante la guerra civil fué cuartel de milicianos, que lo bautizaron como "castillo Errico Malatesta" en honor al anarquista italiano.


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