Ermita de San Lorién, mirador de Angonés yTella

8 de diciembre de 2013

Siguen los dáis soleados en el Pirineo, seguiremos explorando el Sobrarbe.

Porque además de sol y montañas, he encontrado referencias de una ermita rupestre con paseo sencillo. ¿Qué más puedo pedir?



Siguiendo las indicaciones de nuestras guías dejamos el coche en la última curva antes de llegar a Revilla Suelo tener problemas con esto de encontrar la última curva, el último cruce antes de, pero esta vez es bastante sencillo: la gran curva con un montón de coches aparcados. Es fin de semana largo, y se oye hablar mucho vasco: estamos en Oscalerria!

En la misma curva ya hay carteles indicando el recorrido hacia el mirador sobre la garganta de Escuáin: un camino bien marcado, prácticamente llano, que a mitad ofrece el regalo de la visita a la ermita de San Lorién.

San Lorién no es otro que San Lorenzo, el patrono de Huesca, el mártir que fué asado en una parrilla y aún pedía que le dieran la vuelta que por un lado ya estaba hecho. Fué archivista y tesorero de la Iglesia. Entre los tesoros que custodiaba estaba el Grial, que envió a Huesqueta para ponerlo a salvo, y allí quedó olvidado por los siglos (dicen)

La ermita de San Lorién es de origen medieval, construido sobre la primera mitad del S XI, y sirvió de residencia a un ermitaño. Su pared norte era directamente la roca, y del resto apenas quedan vestigios, y debieron servir después, como ya va siendo habitual, de redil para el ganado


En la roca, junto a la puerta, hay gran cantidad de "graffitis": estrellas, parrillas, fechas... dicen los expertos que fueron hechos del XVI al XIX, y que podrían relacionarse con S Lorenzo, aunque su sentido es un tanto confuso.


De vuelta al sendero, llegamos hasta los miradores de Angonés, con espectaculares vistas sobre la garganta de Escuáin.


En lugar de volver sobre nuestros pasos seguimos unas indicaciones que había en el camino, desviándonos hacia arriba para ir a Revilla dando una vueltita. Y merece la pena. Comemos arriba, con vistas a la peña Montañesa:


Al fondo la Monesma, y detrás, Pineta


Bajamos tranquilamente a Revilla


Y nos vamos a tomar un té a una terracita que hemos visto cuando veníamos, en un pueblo llamado Lamiana. Hay gatos.



Como todavía nos queda un rato de luz decidimos acercarnos a Tella. Vamos a ver el Dólmen, que está muy cerca de la carretera. Aunque queda luz, hay sitios que están en sombra, como esta balsa heladísima.


El Monte Perdido al fondo a la izquierda, el dólmen, también llamado Piedra de Vasar o Losa de la Campa, en la parte de abajo de la foto.


El dólmen y el Castillo mayor


Y nos acercamos a Tella. Paarece que necesitaríamos más tiempo para visitarlo, pues tiene interesantes sitios alrededor, incluida una cueva de osos cavernarios. Nos conformaremos con una vulta por el pueblo y por sus ermitas.
Puerta de la iglesia, con gatera, como debe ser


Ermita de San Juan y San Pablo, al pie de la peña del mismo nombre. En Barbastro se guarda el acta de consagración de la ermita, de 1018, una de las más antiguas de Aragón.

La ermita de la virgen de la Peña. me queda pendiente poner los nombres, lo haré mañana.



Las tres ermitas de Tella






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