Barrosa

16 de abril de 2014

Hacia  Barrosa, uno de esos paseos fáciles que terminan en un bonito circo:


Pasamos junto al desahuciado Jánovas, a ver si lo devuelven ya



Siguiendo las indicaciones de nuestra guía aparcamos junto al Hospital de Parzán. Son unas indicaciones curiosas que señalan que justo antes de una curva.... Lo malo de este tipo de indicación es que cómo sabes que estás antes de la curva...Afortunadamente vamos despacito, la curva se intuye y unos coches aparcados junto a la carretera nos hacen pensar que ya estamos. Y sí.

El camino, una pista ancha, va subiendo. Pasamos junto a los restos de las instalaciones mineras. Por allí arriba, a más de 2400 metros de altura hay minas (Mina Luisa, Mina Robert..). Se sabe que ya en 1191 Alfonso II de aragón autorizó la explotación de minas por aquí, pero no es hasta mediados del XVI que se puede hablar de gran industria minera, que se desarrolla a lo grande a mediados del XIX, impulsada por empresarios franceses que se llevaban el mineral a prcesar a Francia. Al principio con la fuerza de burros y hombres, y luego ya construyeron los cables, Cable Luisa para bajar el mineral hasta la zona del Hospital y el Transpirenaico para llevarlo hasta la zona de Moudang, en Francia.

Seguimos subiendo. Paramos un poco para intentar que una pareja que llevamos delante coja ventaja, pero no hay manera, se paran más que nosotros y les alcanzamos todo el rato. Al final les adelantamos y listo.

Panorámica de (casi) 360º del circo y el valle


Conforme vamos subiendo empiezan a aparecer placas de nieve, para al final ya estar casi todo cubierto de nieve blandita (Ant se hunde una vez) y que va deshelando.


Ya cerca del circo hay una zona de grandes piedras, refugio perfecto para las marmotas. Nos topamos con una a nuestros pies, que se da un susto de muerte la pobrecilla y se mete zumbando en su guarida.


Llegamos al circo. El de Troumouse está justo al otro lado. Tan cerca y tan lejos.


Pasamos junto al refugio, parapetado tras una roca que lo debe proteger bien de los aludes.


Subimos un poquito más para pararnos a comer con vistas también al Cul de Barrosa. Hay una cascadita que cae ahí en medio


Tenemos enfrente el Robiñera, y paredes con cascaas y crestas con aleros de nieve



Sesteamos.

En la bajada me entretengo con las florecillas que avisan de la primavera


Ruinas junto al camino

Y a Bielsa a tomar un reconfortante cafelito



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