Guarrinza- Aguastuertas


9 de abril

Necesitamos desesperadamente un paseíto ansiolítico, descontaminante y relajante.

Llamamos al puesto de la guardia civil de Echo donde nos informan muy amablemente que la pista que sube desde el cámping de Oza está abierta y en buen estado, por lo que nos animamos a hacer el paseo que no pudo ser hace unas semanas.

Llevamos las raquetas, pues nos apetece nieve, y ya va a quedar poco tiempo de disfrutarla.

Compramos pan y magdalenas en Echo, y nos tomamos un cafelito junto a su iglesia.

Carretera hacia Oza, pasando por Siresa y el barranco del diablo- Recuerdo esta carretera de cuando era pequeña, y me sigue gustando su túnel y ya no me asustan sus paredes.


Llegamos a la zona del camping de Oza, libre de nieve y gente, y seguimos tranquilamente la pista que sale de ahí, amplia, seca y en buen estado, unos 6 o 7 km por el Valle de Guarrinza hasta que ya se llega a una zona de paso reservado a vehículos autorizados.

Aparcamos.

Ya no hay nieve, las raquetas se quedan en el coche. Lo que sí hay es agua por todas partes. El primer paso de la pista es fácil porque hay un puentecillo pero luego se complica un poco. Nos quitamos las botas en una ocasión ¡Qué fría está!

La pista sube poco a poco



Nos encontramos una chaqueta que tiene pinta de haber sido recientemente perdida, y la dejamos cuidadosamente sobre una roca, por si acaso.

El último tramo de subida lo hacemos por la directa: la pista describe unos largos zigzags, pero parecen llenos de nieve (y...no llevamos las raquetas)


Cruzamos un portón que ahora está abierto pero que en temporada pide ser cerrado para evitar fugas de ganado, pasamos junto al refugio de Aguastuertas, semienterrado en nieve, saludamos al propietario de la chaqueta que come protegido por una roca y nos buscamos nuestra propia roca para picniquear, con vistas al valle de Aguastuertas, con el Aragón-Subordán retorciéndose en mil meandros.


Cerca de nosotros un par de marmotas, sorprendentemente rechonchas, toman el sol tranquilamente. A pesar de no tener trípode, exprimo el zoom de la nueva camareta.



Después de comer nos animamos a pasear por Aguastuertas, a pesar de no llevar las raquetas. El valle está cubierto de nieve, pero afortunadamente no es una capa de nieve en la que te hundas miserablemente, podemos avanzar con cierta tranquilidad. Yo más, que voy siguiendo la huella que abre Ant.

Amor primaveral : Ranas bermejas (creo)


Damos una vuelta por el valle, nos acercamos a la ruta que va a Estanés, haciendo planes de hacerla (sin nieve), y volvemos hacia la zona del refugio.




Bueno, no ha estado tan mal ir sin raquetas. Nos hemos ahorrado transportarlas en seco un buen rato, el ruido y el esfuerzo y total tampoco estaba la nieve de hundirse. (Hay que decir que no somos forofos de las raquetas, nos parecen un invento del diablo con el que tienes que caminar raro los tobillos sufren, haces ruido todo el rato....aunque todo se les perdona porque permiten llegar a sitios que de otra manera no podríamos. Y las prefiero a intentar mover esquís).

Cerca del refugio, más abajo, está el pequeño dolmen de Achar, un minimegalito bien conservado. Hay varios megalitismos más en este valle, y ya los veremos en verano-primavera, cuando volvamos camino de Estanés.






Bajamos por la pista en zigzag que evitamos al subir. Tampoco está tan mal como nos pareció, y además hay más marmotas al sol



La cascada en el el Aragón-Subordán se despeña entre Aguastuertas y Guarrinza.


Vamos bajando tranquilamente. Los torrentes que antes cruzaban el camino bajan ahora más furiosos. En el que nos descalzamos a la ida baja tanta agua que pasamos directamente a remangarnos los pantalones y meternos con las botas, que total están ya bastante mojadas de la nieve.

En la otra orilla vemos un grupo de sarrios paciendo tranquilamente junto a una familia de marmotas.



Un poco más abajo todavía vemos más!





En la carretera de Echo vemos un cartel indicador y paramos a curiosear. Señala una antigua calzada romana, que unía Caesaraugusta y Beneharnum, osea Zaragoza y Pau, cruzando los Pirineos por el puerto de Palo. Un pedazo de camino empedrado que permitía el paso de carruajes. Después fué utilizada por peregrinos del camino de Santiago. Y será un futuro paseo.


Volvemos por Santa Bárbara. Al pasar cerca de Bailo el Cuculo nos saludoa estupendo. Bonito atardecer.


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