Viadós, Tabernés, setas en Saravillo

25 y 26 de septiembre de 2014

En nuestra anterior excursión nos quedamos con ganas de volver por este valle, y de recoger setas. Así que planeamos otro par de días de excursión, esta vez dormiremos en Gistaín.

Hacemos una breve parada en Lafortunada. Hay una central eléctrica todavía en uso. En el 2000 la remodernizaron, y las viejas piezas, de los años 20, forman parte ahora de una exposición. Esta central suministraba energía a bilbao y su cinturón industrial.


Entramos en el valle de Chistau. Dejamos San Juan de Plan y nos metemos por la larga pista que sale en una curva a la derecha en la carretera de Gistaín, y que remonta el Cinqueta hasta el refugio de Viadós (o Biadós). 


Dejamos el coche cerca del refugio. Las vistas son impresionantes, un prado lleno de bordas y el Posets, el Espadas, el Eriste enfrente.




Esta vez tampoco hemos preparado muy bien los paseos. Una vez aquí decidimos tirar en dirección al refugio de Tabernés. el camino va subiendo y ofreciendo todavía mejores vistas que las anteriores. Se asoma el Bachimala.



Ya arriba, en el punto en el que el camino baja hacia Tabernés decidimos darnos la vuelta, por si se nos hace muy tarde. Volvemos a pasar junto al refugio y caminamos un poco por el GR11, para asomarnos al valle de Añes Cruzes.



en las bordas, vida pastoril, rebaños recogiéndose, pastores dando la vuelta a la hierba...



Y con la luz del sol ya más horizontal el Espadas muestra todos sus relieves.



Llegamos a Gistaín ya amaneciendo. Nos alojamos en un hotelito familiar y de profusa decoración donde a la mañana siguiente nos ofrecen unrico desayuno casero.


Ha amanecido otro día azul sobre el valle de Chistau. Antes de ir a por setas nos dará tiempo a otro paseíto fácil


Esta vez nos acercaremos al refugio de Tabernés. De nuevo subimos la pista de ayer, pero esta vez dejamos el coche en el campamento de la Virgen Blanca. En realidad podríamos ir hasta el refugio en el coche, pero hace una buena mañana y el paseo entre bosques a orillas del Cinqueta de la Pez es muy agradable.





El de Tabernés es un refugio sin guardas, justo para protegerse. En medio de un prado lleno de setas y con Francia justo al lado. Supongo que mi padre cruzaría por estos valles en su huída de la guerra.




Nos tomamos un café en Plan. Hay aquí otra de esas "obras de arte" de la serie arte y naturaleza. Es la cuarta que vemos. Por ahora nos han gustado dos, decepcionado una y horrorizado esta especie de oda al ladrillo que se ve de todas partes.


¡Y a Saravillo a por Setas! Esta vez pagamos religiosamente nuestra tasa de recolectores, aunque no tenemos intención de abusar. Volvemos por la zona del mirador y recogemos una cesta de trompetillas que luego comeremos y compartiremos. Y disfrutamos de las vistas.



Parada intermedia en Fiscal de vuelta a casa



Y buena cena


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