Termas Pallarés

10-11 de mayo de 2014


Por motivos médicos adelantamos nuestro viajecillo mensual a Madrid.

Dormimos en Villa P, desalojando a Migue, que se había peleado con una puerta aunque no hubo derramamiento de sangre. El gran ASF nos habló de las aplicaciones informáticas del futuro. Pocas veces tendrá un público tan entregado y tan incopetente. C&A tan majos como siempre.

No conseguimos horchata para la madre. Yo conseguí vermú de grifo en una taberna  histórica de Prospe, Casa Emilio, que parece algo venido a menos. La dueña muy simpática. Ahora sólo tenían abierta la zona de la barra pero parece que por dentro hay comedores y salas de tertulia. Me parecieron no utilizadas, de ahí lo de venido a menos, aunque igual cobra vida a otras horas. A este bar venía Celaya, entre otros.


Y de vuelta, cómo no, la gran pereza. y un balneario tentándonos. Paramos en Alhama, en Termas Pallarés. Hotel reformado lujosamente, hay otro más modesto y lleno de insersos, que tienen otro comedor y para compensar salón para jugar al bingo (cantaron línea justo cuando lo visitamos). También hay otro más lujoso, pero parece cerrado por el momento. Cena informal en la cafetería que han abierto en lo que fué un casino donde algún cliente perdió grandes cantidades.



Paseo nocturno por los alrededores del lago termal. Asustamos a un erizo.


Desayuno en el comedor señorial.



Cicuito de aguas dentro de la oferta, pero hace fresquete y no nos animamos a bañarnos en el lago, aunque sabemos que vendremos cuando el tiempo acompañe más.


No hay comentarios:

Publicar un comentario