Alquézar- Villacantal - Pasarelas del Vero

6 de julio de 2013

Viaje a Jaca con nuestros testigos el día 2, yo a Zaragoza por el cumple de mi madre el 3, Ant encerrado en la ofinica...nos toca pasear. Es sábado, nos imaginamos que no estaremos solos.

Vamos a Alquézar, hay unos paseítos fáciles y refrescantes por el Vero.

Aparcamos en el gran y ya muy ocupado aparcamiento para turistas. En el pueblo, con buen criterio, sólo pueden entrar y estacionar los residentes. Y buscamos la salida para el paseo por las pasarelas.


Entre la peña Castibián a a izquierda, y la colegiata a la derecha, baja el estrecho barranco de la Fuente, adaptado con pasarelas y escaleras hasta el río. A estas horas es umbrío y fresco. Junto a nosotros baja un grupo de preadolescentes con monitores.


Ya en el lecho del río, un poco  hacia arriba está la cueva de Picamartillo, y no resulta un paraje solitario precisamente.


Dudamos un poco sobre si ir aguas arriba hacia el puente de Villacantal, pero no tenemos claro que se pueda (pardillos...), así que vamos hacia abajo, a seguir la ruta de las pasarelas, ahora por un pasillo metálico colgado en la roca, por la que iremos cruzándonos con paseantes, y viendo bañistas en el río.


En las márgenes hay higueras como ésta, que parece un árbol de Angkor


Una boca de rocas parece comerse a Ant


Las pasarelas llegan hasta una pequeña central eléctrica, y luego el camino sube suavemente hacia el pueblo.


Damos una vuelta por Alquézar, por sus calles (todas en cuesta), compramos un dobladillo de Alquézar  y nos vamos a tomar un cafecito con el dobladillo a un bar que hay en la plaza y que tiene vistas sobre el barranco, con una terraza sombreado por una parra. Y decidimos hacer el otro paseo fácil, el del puente. (protesto un poco, si lo hubiésemos mirado bien antes, me habría ahorrado un subeybaja del pueblo. Ant me consuela, así veremos los dos caminos, el barranco y la ladera. Vale).



Unaa nidada de golondrinas cotillea desde su nido en los porches de la plaza

Esta vez dejamos la peña Castibian a nuestra derecham subimos al collado de S Lucas...


Y de ahí la senda bajará uniformemente hasta el río. Nos cruzamos con tres ciclistas que suben con la bici al hombro (están locos estos deportistas....)


El Vero desde el puente de Villacantal


El curioso puente. En ángulo, con dos arcos, uno de medio punto y otro un poco apuntado, ancho y sin pretil, construido en el S XVI (aunque los lugareños lo llamasen puente romano), su tamaño demuestra la importancia que tuvo Alquézar en aquella época, y sorprende, pues las sendas de las dos orillas son más estrechas que el puente


Comemos allí, viendo pasar grupos de barranquistas debidamente pertrechados, y grupos de familias sin ninguna equipación. Y gente hablando por su móvil, cómo no.

Éste es el camino por el que hemos bajado


Y resulta que aquí cerca vemos otro camino, que sube hacia el collado de Lumos, donde hay promesa de cuevas y vistas. Pero no resulta muy buena idea: están lejos, hay una buena cuesta, y el sol cae a plomo.


Así que bajamos de nuevo al río, donde estamos más fresquitos (y muy muy acompañados)


Chapoteamos río abajo. Nos cruzamos con gente que hemos visto esta mañana, disfrutando de baños en el río. Subimos por el barranco de la fuente, y repostamos en la fuente de Monchirigüel


Otra vuelta por el pueblo,


Volvemos a la panadería y pan (de pueblo) y vino blanco de la zona que nos tomaremos en la cena


Y nos vamos a tomar una bien ganada cervecita con vistas. Nuestros vecinos de mesa nos atacan desde los dos lador con peste de puros.
 



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